Envuelta en rumores sobre cabezas reducidas, anacondas devoradoras de hombres y dardos de cerbatana con punta envenenada, la sola mención de las palabras “selva Amazónica” evoca imágenes aterradoras, incluso entre los viajeros más atrevidos.
Pero más allá de todo el misterio y el mito, la selva amazónica ecuatoriana es dueña de uno de los lugares más amigables para el viajero que quiere explorar un milagro de la naturaleza: el Parque Nacional Yasuní.
Situada en el noreste de Ecuador, esta reserva protegida está a la distancia de un vuelo corto (25 minutos) desde la cosmopolita de Quito, capital ecuatoriana, o de un muy manejable recorrido de cuatro horas y media, por tierra.
Su gran extensión -que supera en tamaño al Parque Nacional del Gran Cañón y al Parque Nacional de Yellowstone en los EE.UU. – cubre 9.820 kilómetros cuadrados, con exuberante selva tropical.
Formando una especie de cabeza de caimán, con sus enormes fauces abiertas, este parque está limitada por dos majestuosos ríos que alimentan al legendario río Amazonas.
Lo que usted descubrirá en el Parque Yasuní
Extraordinaria biodiversidad: El Parque Nacional Yasuní es, con certeza, uno de los lugares más biodiversos de la tierra. Allí, el viajero amante de la aventura despertará antes de que amanezca con un coro de aves, rugidos guturales de monos aulladores y chillidos de los monos ardilla, que saltan de rama en rama.
Al explorar la selva tropical, o apreciar los bosques desde las torres de observación construidas en los lodges, las abstractas estadísticas acerca de “mega- biodiversidad” del Yasuní cobrarán vida frente al turista. A partir de ahí, será capaz de descubrir por sí mismo, sobre el dosel del bosque primario, las casi 600 especies de aves de la reserva (un tercio de todas las que habitan la región Amazónica).
Del mismo modo, mientras rema en su canoa, a través de arroyos de aguas negras y lagunas, se dará cuenta de que el Parque Nacional Yasuní es el hogar de aproximadamente un tercio de las especies de anfibios y reptiles del Amazonas. Por si fuera poco, un mamífero famoso habita en esta zona: se trata del delfín rosado, animal amigable e inteligente que encanta a primera vista.
Los ríos, lagos, arroyos y pantanos del Parque Yasuní son el hogar de 250 tipos de anfibios y reptiles y 382 especies conocidas de peces. También habitan allí nuestros amigos acuáticos de sangre caliente, como las nutrias gigantes (¡hasta siete pies de largo!). Usted podrá recorrer lugares increíbles en este auténtico jardín natural, cuya riqueza se debe a la coexistencia de distintos ecosistemas, cada uno con su flora y su fauna características.
Asentamientos indígenas: La riqueza de la selva del Parque Nacional Yasuní no se expresa sólo en su vida vegetal y animal. La selva está llena de una mezcla increíble de diferentes culturas indígenas, cada una con su propia lengua, historia, cosmovisión y cultura.
Contados en unos pocos miles, los Huaorani (WAO) –cuyo nombre significa “humano” o “gente”- son los amos de este universo selvático. Mientras muchos de ellos permanecen aislados de la “civilización”, otros han estado en contacto con el mundo occidental durante décadas y están perfectamente integrados en él. Un viaje al Parque Yasuní ofrece la oportunidad de conocer e interactuar con ellos, para aprender sobre su cultura y sus formasde vida en la selva amazónica.
!Haga que la aventura suceda!
El viaje: Para llegar al Parque Nacional Yasuní, es imprescindible contratar los servicios de tour operador especializado. Esta organizará su vuelo desde Quito hasta la ciudad de Francisco de Orellana (conocida localmente como “Coca”), en el cauce del río Napo. Si se hospeda en un hotel de selva o lodge, tendrá que abordar una gran canoa cubierta de motor,y realizar un viaje por río. Desde allí, los huéspedes deben cambiarse a canoas más pequeñas para remar por las lagunas de aguas negras, o caminar hacia su lodge (el transporte motorizado no está permitido en estas lagunas, para no perturbar la vida silvestre).
El viaje dará tiempo a los visitantes para observar especies como las nutrias de río, lechuzas, martines pescadores, hoatzins, jacamars, halcones y monos.
Lodges / Cruceros de río: Los viajeros al Parque Nacional Yasuní pueden experimentar un fragmento de la increíble biodiversidad de esta región, ya sea al alojarse en uno de los
lodges de la selva, a lo largo de las riberas del río Napo, o al realizar un viaje a bordo de alguno de los barcos de lujo, que navegan por los afluentes importantes del río Amazonas. Los lodgesofrecen una gama de alojamientos con diferentes grados de comodidad y acceso a los principales lugares de vida silvestre. Estos alojamientos tienen, generalmente, cabañas privadas, cada una con baño con agua caliente, luz eléctrica, ventiladores de techo, ventanas con mosquiteros y también mosquiteros para las camas. Por lo general tienen el nivel de confort y comodidad que requiere hasta el viajero más exigente.
Muchos de estos lodges son de propiedad de las comunidades indígenas locales y están operados por ellas. Al alojarse en uno de estos refugios, los visitantes ayudan a promover el “turismo comunitario”, en el marco de un enfoque práctico para salvar la selva tropical y mantener a las comunidades amazónicas locales. Este tipo de turismo ha permitido a las comunidades ancestrales encontrar una herramienta para hacer sustentable el bosque y evitar otras formas de explotación más agresivas.
Otra alternativa para aquellos que deseen explorar profundamente la región amazónica, con toda comodidad, son los cruceros de servicio completo, a bordo de modernas embarcaciones. Allí, los huéspedes pueden dormir con la frescura del aire acondicionado y tomar el sol en la cubierta de su barco.
Actividades
En el Parque Nacional Yasuní existen actividades y opciones que se ajustan a los intereses y capacidades físicas de todo tipo de viajero. Las familias con niños o personas de la tercera edad, las personas con capacidades especiales o, simplemente, quienes prefieren el relax a la exigencia de una caminata de horas: todos tienen opciones. Estas incluyen excursiones por la selva, observación de aves, pesca de pirañas, safaris fotográficos, visitas culturales a comunidades indígenas, navegación por los ríos, en canoa, balsa, kayak o incluso tubing. Aquellos que prefieren relajarse después de un día lleno de aventuras en la selva amazónica del Parque Yasuní, pueden encontrar una hamaca y un buen libro en su lodge o en su barco, y descansar absorbiendo la energía única que la selva tiene para ofrecer.
La noche en el Parque Nacional Yasuní alberga innumerables experiencias exclusivas para estas horas de luna. Una de las favoritas de los viajeros son los safaris con linternas, en busca de los habitantes nocturnos más tímidos de la selva: caimanes, arañas, serpientes y sapos, por nombrar sólo algunos. También es posible mirar las estrellas y disfrutar de la vista ecuatorial única de los hemisferios sur y norte, con millones de estrellas radiantes, lejos de las luces de la civilización.
¿El veredicto?
Entonces, ¿viajar por la selva amazónica con comodidad y seguridad es realmente factible? Le aseguramos que sí. Si usted decide hacerlo, podrá atestiguar que un viaje a la región amazónica ecuatoriana no solo puede lograrse de manera segura y asequible, sino que una incursión al Parque Nacional Yasuní será una de las experiencias más fascinantes de su vida.
Leave a Reply
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.