Imagine un balneario de arena blanca, ubicado en el medio de la majestuosidad de la selva, con el sol brillando sobre el agua de los ríos y los sonidos de los animales llenando el ambiente. Así de bello es Misahuallí, un puerto amazónico ubicado a 30 minutos de la ciudad de Tena, en la provincia de Napo.
Conocido también como la “Puerta de la Selva”, por ser el sitio desde donde se inician muchas expediciones por río, hacia el fondo de la Amazonía ecuatoriana, este es un lugar perfecto para quienes buscan aventura, pero también para los que prefieren unos días de descanso. Caminatas por la selva, turismo comunitario, la posibilidad de nadar o realizar deportes de aventura o de recorrer el río Napo en un lujoso crucero, observación de animales: todo eso y más se puede hacer en esta zona de la selva.
El puerto amazónico de Misahuallí tiene alrededor de 700 metros de largo y una temperatura cálida (en promedio 25º C). Por eso muchos turistas gozan al darse un chapuzón en las orillas de los ríos, bajo la sombra de los árboles, que son el hábitat de los famosos monos capuchinos. Se dice que esta especie llegó hace 30 años a la zona, introducida por los primeros habitantes de la parroquia. Ahora los monos capuchinos son los reyes de Misahuallí y se pasean entre los árboles de canela, achotillo y almendra, captando la atención de los turistas y, a veces, gastándoles bromas.
Pero Misahuallí se caracteriza, además, por su abundante biodiversidad, lo que la convierte en una de las zonas más ricas en especies endémicas de flora y fauna por metro cuadrado. Esta zona alberga áreas de altísimo valor para la conservación y allí se encuentran los sistemas lacustres tropicales más grandes del país: el Río Cuyabeno y el Río Lagarto.
En cuanto al turismo comunitario, en Misahuallí los visitantes pueden realizar recorridos guiados por las comunidades para conocer su cultura, sus hábitos y sus formas de vida. Uno de esos centros de turismo comunitario es el “Sinchi Warmi”, dirigido y administrado por mujeres indígenas, y caracterizado por ser un proyecto sostenible y amigable con el medioambiente.
Y si quiere llevarse un recuerdo exótico de su paso por este maravilloso lugar de la selva, puede tomarse una foto con una anaconda, impresionante serpiente de la selva. No se preocupe: no correrá ningún peligro pues solo tendrá que posar junto a uno de los hombres de la zona que caminan tranquilamente llevando a estos animales sobre sus hombros.
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